Los ángeles y demonios de Bianki y Turdera El diseño es un territorio extraño, muchas veces frío e inhóspito. Al menos lo es para mí, que siempre he sido un observador de reojo. Sin embargo, de vez en cuando, uno ve que este espacio ha servido de caldo de cultivo para gente que, de alguna manera, logró valerse de sus leyes y jugar con sus reglas para dejar salir sus ángeles y demonios.
Las ilustraciones de Turdera y Bianki son un ejemplo de esto. Transitan entre ambos hemisferios cerebrales, sin darnos la oportunidad de fijarnos en qué momento cruzan la frontera para ir o venir, una y otra vez, entre lo visceral y puramente sensorial hacia lo que, desde la mirada de un observador externo, es minuciosamente planificado y resuelto. Quizá el haber interpretado dos papeles fundamentales en el mundo del libro como son el de ilustrador y el de editor, les da esa claridad que se siente en su obra, que utiliza muy eficientemente el imaginario personal de cada uno para comunicar, invitar o simplemente acompañar emocionalmente un texto.
Sin esperar invitaciones, uno se ve atrapado por imágenes que lo dejan con ganas de explorar más allá, de saber cómo continúan esos mundos insinuados. ¿Con qué nos encontraremos al girar la siguiente esquina, o al entrar en aquel grupo de tamborilleros, o quizá bailar en este carnaval o simplemente subirnos a aquel extraño aparato volador?... quién sabe dónde terminaremos al dar vuelta cada página.
Las ilustraciones de Turdera y Bianki son un ejemplo de esto. Transitan entre ambos hemisferios cerebrales, sin darnos la oportunidad de fijarnos en qué momento cruzan la frontera para ir o venir, una y otra vez, entre lo visceral y puramente sensorial hacia lo que, desde la mirada de un observador externo, es minuciosamente planificado y resuelto. Quizá el haber interpretado dos papeles fundamentales en el mundo del libro como son el de ilustrador y el de editor, les da esa claridad que se siente en su obra, que utiliza muy eficientemente el imaginario personal de cada uno para comunicar, invitar o simplemente acompañar emocionalmente un texto.
Sin esperar invitaciones, uno se ve atrapado por imágenes que lo dejan con ganas de explorar más allá, de saber cómo continúan esos mundos insinuados. ¿Con qué nos encontraremos al girar la siguiente esquina, o al entrar en aquel grupo de tamborilleros, o quizá bailar en este carnaval o simplemente subirnos a aquel extraño aparato volador?... quién sabe dónde terminaremos al dar vuelta cada página.
Alberto Montt
Ilustrador
Exposición Papel picado
Ilustraciones de Diego Bianki y Cristian Turdera
Fecha: Del 29 de septiembre al 16 de noviembre de 2011
Lugar: PLOP! Galería
Obras en Venta
Entrada liberada
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